Los nervios no son buenos compañeros y pueden jugar malas pasadas en situaciones importantes como por ejemplo durante un examen. Y como precisamente las pruebas finales están a la vuelta de la esquina para nuestros alumnos de Grados Superiores en Barcelona, hoy nos gustaría aprovechar este post para darles unos prácticos consejos que les ayuden a controlar los nervios en estos momentos claves. Respira hondo y toma nota.
Día previo al examen
Si aún te faltan varios temas por estudiar, olvídate de ellos. Las cartas están echadas y aunque lo ideal es que hubieras tenido tiempo suficiente para preparar toda la materia, cuando esto no es posible, darle vueltas a lo que te falta por estudiar solo contribuirá a que te agobies y te pongas nervioso.
Lo ideal es que el día antes del examen solo realices un repaso de la materia estudiada, haciendo hincapié en aquellas partes que se te atraganten un poco más o aquellas que sepas que tienen más probabilidades de ser preguntadas en el exámen. Olvídate de comenzar a estudiar de cero: es el día del repaso, de acostarse pronto para estar descansado y de pensar en positivo.
Levántate pronto
El día del examen, procura levantarte un poco antes de tu horario habitual para tener margen suficiente en el caso de producirse algún contratiempo. Desayuna con calma y sal de casa con más tiempo para llegar sosegado al centro y tener tiempo de colocarte en tu sitio, repasar o echar un vistazo a aquello que creas conveniente. Si el tiempo te pisa los talones o pasa algo que retrasa tu llegada, te pondrás más nervioso y comenzarás el examen acelerado y sin estar al 100% de concentración.
Técnicas de relajación
Aunque muchas personas no tengan fe en ellas, estas técnicas funcionan. Se basan fundamentalmente en ejercicios de respiración que te ayudarán a oxigenar, tener tus músculos más relajados y sentir menos presión. Y a nivel mental, procura visualizar un sitio agradable, que te guste mucho, como por ejemplo tu playa favorita. O simplemente piensa qué vas a hacer cuando salgas del examen. La idea es pensar en algo agradable que quite hierro al momento y te devuelva a un estado de relajación sin preocupaciones, el estado ideal para afrontar un examen.
Durante el examen
Y cuando llegue la hora de la verdad, relájate, respira hondo y ve leyendo despacio las preguntas. Si te quedas en blanco en una, no te quedes ahí atascado porque seguro que tu nivel de estrés aumentará y mucho más si estás pendiente de cómo pasa el tiempo mientras tú sigues sin responder. No pasa nada, sigue completando el resto del examen y es probable que, al responder otras preguntas, te vengan ideas y asociaciones que te permitan abordar esa que antes te paralizó.
En ACCCSA siempre decimos a nuestros alumnos de Grados Superiores en Barcelona que tengan una actitud positiva en los exámenes aún cuando estos les estén resultando complejos. Es fundamental pensar así para afrontar la prueba con calma y conseguir unos resultados acorde con el esfuerzo realizado durante el año.