Los fines de semana de noviembre han sido elegidos por muchos padres y profesores para llevar a cabo una “huelga de deberes”. Para ellos, contrarios a las tareas escolares que los niños tienen que realizar en casa una vez han terminado su jornada en el centro educativo, ese tiempo debería emplearse en otras actividades como visitar un museo, practicar deporte o pasar más tiempo disfrutando de la familia, justo lo que proponen hacer estos fines de semana de noviembre de “brazos caídos”. En cualquier caso, la polémica ya está servida y como academia que imparte clases de refuerzo en Barcelona nos gustaría aprovechar este espacio para saber tu opinión: ¿deberes sí o deberes no?
La famosa huelga de deberes está provocando posturas de todo tipo. La iniciativa, pionera en España, ha sido propuesta por la CEAPA (Confederación Española de Asociaciones de Padres de Alumnos) y tiene el principal inconveniente de no contar con herramientas de medición que permitan saber cuántas personas secundan la propuesta. Como te decíamos, la polémica generada y la repercusión mediática conseguida hasta estos momentos ya ha sido mayor de la esperada, lo que para sus promotores es todo un éxito.
La CEAPA ha elaborado justificantes para las familias que quieran acogerse a esta huelga así como una serie de instrucciones que les permitan reivindicar su derecho a que sus hijos dispongan de más tiempo libre una vez salgan del colegio o el instituto. Cuando un niño no realiza las tareas que le ha mandado su profesor, la CEAPA recomienda presentar al tutor un justificante que explique los motivos por los que los deberes se han quedado sin hacer, de manera total o parcial.
Efectivamente, según sondeos realizados por Metroscopia, el 70% de los padres considera que se mandan demasiados deberes a los alumnos, frente al 27% que le parecen una cantidad adecuada y un 3% que considera que los deberes son insuficientes. En términos generales, uno de cada cinco padres señala que sus hijos, estudiantes de la escuela pública, pasan más de dos horas realizando tareas escolares fuera de clase, lo que consideran un tiempo excesivo.
Por otro lado, nuestra experiencia como academia de clases de refuerzo en Barcelona nos ha permitido darnos cuenta de que, efectivamente, existentes ocasiones puntuales en las que puede ser necesario que una materia sea trabajada en casa, lo que justificaría la existencia puntual de los deberes. Eso sí, señalamos “puntual” porque esos ejercicios deberían mandarse siempre y cuando estuviéramos ante casos concretos y no ante un “mandar por mandar” deberes de cada asignatura, algo que no tiene sentido y sobrecarga de tareas a los alumnos.
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